El remolino gira sobre sí mismo, retiene hojas y ramas, escarba y levanta el lodo. Su energía no sirve para avanzar solo sirve para dar vueltas sobre lo mismo, remover y enturbiar el agua. Muchas veces, atrapados en un torbellino no pensamos más que en una cosa y seguimos dándole vueltas a lo mismo.
Los remolinos se forman en los ríos cuando en el fondo hay algo que hace de sumidero. Algo en lo más hondo absorbe el agua y activa esa energía que se concentra inútilmente sobre sí misma.
Pero los remolinos no atrapan el agua de forma infinita. En un momento dado, se deshacen naturalmente cuando, dejando fluir al río, aquello que había en el fondo se desliza suavemente.
El agua fluye entonces, ……clara, cristalina.
“En derredor del sol gira la tierra,
haciéndose, al girar, sombra a sí misma,
y en redor de mis propios sentimientos,
hallando sombra y luz, mi mente gira.”
Concepción de Estevarena, Luchas
(Imagen: Detalle. Libro de Job, Incipit, f. 304. (Winchester, s XVI))