En el desierto

desierto

La palabra desierto viene del verbo “deserere”, que significa olvidar o abandonar.
En el desierto no hay guías, solo sol y arena. Es el espacio sin espacio, sin caminos, …. Desnudez. Soledad. Sequedad. Calor y frío.

En el desierto no hay nadie, solo yo con mis espejismos, es decir con mis demonios y mi mente, llena de lo que se llama “tentaciones”.

En el desierto solo nos guían las estrellas. Quizás por eso en él todo se manifiesta y nos ocurren cosas aunque no nos demos cuenta: ……

“Como encontrarte solo en medio de la tierra
mientras el cielo extiende sobre ti el universo,
como poder de pronto
llegar hasta las cosas sin pensarlas
y sin necesidad de comprenderlas.
Cuando es noche cerrada,
cuando sin gradaciones ni matices
lo que existe se inclina sobre su inexistencia.
Cuando llega el momento
en el que el solitario, aleccionado
por las constelaciones, levanta la cabeza
y ofreciendo sus manos como en las viejas tablas bizantinas
hace caer su noche sobre el mundo
en señal de alianza.”
Basilio Sánchez. Cuando es noche cerrada. Extractos.

6 comentarios en «En el desierto»

  1. El desierto es una metáfora poderosa, y un destino enriquecedor en lo personal, y no solo por el silencio. Gracias por esta llamada, al menos para mí, a la reflexión y la riqueza interior tras unos días tan poco «desiertos». Un saludo.

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