Los reyes magos

reyes-magos-bizancio

Dicen los antiguos sabios que aquellos que siguen el camino de la ignorancia se adentran en la oscuridad, pero también nos recuerdan que aquellos que se absorben en el conocimiento se adentran en una oscuridad aún mayor.

Pero eso no les ocurrió a los tres reyes magos: después de mucho estudio, de experimentos y fórmulas un día lo dejaron todo y salieron tras una luz.

Se dejaron guiar por el firmamento y emprendieron un camino incierto que no se sabían bien adonde les llevaría.

Descubrieron una estrella,…… y fueron tras ella.

“Andamos muy despacio, llueva o nieve,
en busca del lugar donde rezan los hombres.
Es tan llano el camino que no es fácil
seguirlo sin perderse.
Aprendimos de jóvenes
a resolver oscuros acertijos
y los tres conocemos
la antigua tradición del laberinto.
Somos los reyes magos de otros tiempos
y excepto la verdad sabemos todo.
Dimos vueltas y vueltas en torno a la montaña,
y perdimos la vista del bosque entre los árboles,
y para cada mal aprendimos un nombre
interminable. Honramos a los dioses dementes;
a las Furias llamábamos Euménides.
Los dioses de la fuerza les quitaron el velo
a la imaginación y a la filosofía.
La serpiente que tantas desdichas trajo al hombre
muerde su propia cola retorcida
y se llama a sí misma Eternidad.
Humildemente vamos… Bajo nieve y granizo…
Las voces apagadas y el farol encendido.
Tan sencilla es la senda que podríamos
perder la orientación.”
G. K. Chesterton. Los Reyes Magos (extracto)

(Imagen: mosaicos bizantinos. San Apolinar el Nuevo, Rávena)

2 comentarios en «Los reyes magos»

Los comentarios están cerrados.