Rezando una novena

calabazas

Una mente que desea y espera es una mente turbada. Pasea de pasado a presente, gira sobre sí misma.

No hay paz en un corazón en novena. No es un rezo que serene. Por el contrario, reiteradamente nos recuerda que tenemos un vacío. Es un rezo egoísta, aunque lo hagamos por el bien de otro.

Pedimos, pedimos,…

“¡ Oh cámaras del tiempo y galerías
del alma, tan desnudas!,
dijo el poeta. De los claros días
pasan las sombras mudas.
Se apaga el canto de las viejas horas
cual rezo de alegrías enclaustradas;
el tiempo lleva un desfilar de auroras
con séquito de estrellas empañadas.
¿Un mundo muere? ¿Nace
un mundo? ¿En la marina
panza del globo hace
nueva nave su estrella diamantina?
¿Quillas al sol la vieja flota yace?
¿Es el mundo nacido en el pecado,
el mundo del trabajo y la fatiga?
¿Un mundo nuevo para ser salvado
otra vez? ¡Otra vez! Que Dios lo diga.(..)”
Antonio Machado. Otro clima.

(Imagen: Los espíritus de las calabazas descienden de los cielos. Yayoi Kusama)

2 comentarios en «Rezando una novena»

  1. Las liturgias que prescribe el hombre, como lo son las novenas, son de hecho, un placebo momentáneo para los más desviados. Aquellos que con alegre hostigación pretenden regalar paz o incluso amor, con esta clase de actos simplones y con poco significado en la verdadera espiritualidad, sólo nos enseña que el ímpetu de los hombres se mueve por su propio ego.

    Buen trabajo colega.

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