“Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.» Mateo (16,17 -19)
La suma de decisiones, los actos que realizamos, dejan huella, buena o mala, pero quedan y nos cambian. Atamos y desatamos con las manos: no somos lo que pensamos sino lo que hacemos. La vida nos obligó a elegir y esas decisiones nos hicieron diferentes. Los hindúes lo denominan la Ley del Karma: todo lo que está pasando es el germen de algo que va a pasar y, lo que ocurre, es una reacción a algo que ocurrió anteriormente.
Pero esa ley no es tal porque sabemos tejer para reparar y rehacer los lienzos y volver a dibujar encima …….. Podremos volar cómo ángeles si hemos sabido desatar el veneno con el que, desde generaciones, nos hemos ido amarrando.
Definitivamente,… creo que esas palabras no eran solo para Pedro.
Imagen: libro de los milagros