Lo que importa no es lo que dices

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue. ¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?». Contestaron: «El primero».
Jesús les dijo: «En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».

Mateo fue un publicano. Era un judío rico cuya profesión era recaudar el peaje para los Romanos a los que venían a sacar agua en Cafarnaúm. De María de Magdalá se dice que fue una prostituta que llevaba dentro siete demonios. Los dos siguieron a Jesus.

En un mundo de youtubers que hablan sin parar, de tertulianos, .. donde todo el mundo está expuesto al comentario de otro. Criticar es fácil, juzgar la conducta de otros también:  ¿quién no ha tenido que cobrar un peaje o qué mirar por sus ingresos sin mirar al de al lado?,  ¿cuántas mujeres no habrán sido señaladas como prostitutas?, ¿no tenemos acaso cada uno una parte oscura (demonios) que generalmente proyectamos?

 

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